martes, 24 de agosto de 2021

ZONA 4 - BARRIO CENTRO (parte 16)

 Zona MICRO Y MACRO CENTRO:

BARRIO CENTRO: Sector MICROCENTRO 2

 

Muelle del Club de Pesca Mar del Plata

 

Ubicación: Cerca del extremo norte de la Bahía Bristol. Entre las proyecciones de la Av. Luro y la calle Julio Muñoz, frente a la Plazoleta Hidelberg Ferrino. Se accede por la Av. Patricio Peralta Ramos en dirección al Norte, justo luego de traspasar la Av. Luro.

Antecedentes legales: Ordenanzas N° 9564, 10075 y posteriores actualizaciones. 

Muelle del Club de Pesca en 2004.

 

El Muelle del Club de Pesca surgió luego de que un temporal en abril de1924 arrasara con el Muelle Laborante que era el lugar utilizado para ese fin hasta ese momento. En octubre de 1924 se fundó el Club de Pesca Mar del Plata con Hernán Ayerza como presidente y como primera acción se propusieron construir un nuevo muelle.

 

Primera imagen: Muelle y Balneario Lavorante, que fueron destruidos en 1924 por un temporal. Imagen aportada por José Alberto Lago al blog del diario La Capital, “Fotos de Familia”. Segunda fotografía: el nuevo muelle en construcción, extraída del blog “Fotos Viejas de Mar del Plata”, de Pablo Javier Junco.

 

El nuevo muelle, fue proyectado por la Dirección de Arquitectura de la Provincia de Buenos Aires y construido enteramente en hormigón armado por la empresa Garbarini, Mener y Gorostiaga. Las obras se iniciaron en 1925 y el 8 de enero de 1927 el muelle fue inaugurado.

 

Primera imagen: Postal del Muelle del Club de Pesca de 1930, enviada por Enrique Mario Palacio, al blog del diario La Capital: “Fotos de Familia”. La segunda imagen es posterior, construcción del espigón de Punta Iglesia. (Fuente desconocida).


A la inauguración asistieron el Presidente de la República Marcelo T. de Alvear, su sesposa: Regina Pacini de Alvear, el intendente Rufino Inda, varios ministros y muchos invitados especiales. 

Dos imágenes contemporáneas muy parecidas del Muelle del Club de Pesca. Extraídas de los blogs “Fotos viejas de Mar del Plata” y “Fotos de Familia”, respectivamente.


Desde la línea de vereda hasta la losa terminal del muelle donde se apostan los pescadores se recorren 250 metros. El primer tramo tiene un ancho aproximado de 7 metros (unos 135 metros lineales) y luego se ensancha aproximadamente hasta alcanzar los 16 metros, donde aparece el edificio del Club de Pesca.

Vista del muelle en 1943. Enviada por Ángel Somma al blog “Fotos de Familia” del diario La Capital.

 

El edificio, de dos plantas, de carácter náutico, simula un barco turístico atracado en el muelle. Desde la costa lo primero que se destaca es su “proa” con su “escalera imperial”, cuyas escalinatas enmarcadas con balaustradas, distribuyen los accesos a los distintos niveles y balcones (primer piso y terraza). La planta alta tiene mayor desarrollo en área ya que abarca todo el ancho del muelle. La planta baja presenta un retiro en el lado izquierdo que permite el paso hacia la zona terminal del muelle. 

Escalera de distribución y acceso al restaurant, salón en planta alta y terraza (Imagen de 2021).


Originalmente, el edificio contenía un restaurante completo, oficinas, otras dependencias de servicios, salón de baile (en primer piso) y en la parte posterior una batería de vestuarios y sanitarios para los socios. 

Muelle en 2021.

En 1999 hubo una oportunidad de ver el muelle sin agua por debajo. Fue durante los trabajos de refulado que encaró la provincia. Este proceso incluía dragado del puerto Mar del Plata y redistribución de la arena (por bombeo) a distintas partes del litoral marplatense. En esta ocasión se depositó arena en Playa Grande y en la Bahía Bristol, dando como resultado playas más extensas (durante varias temporadas). 

El muelle sin agua, durante el proceso de refulado. (Imágenes de 1999).

 

Para que el proceso de refulado mantenga los resultados en el tiempo es necesario acciones periódicas de mantenimiento (que no se han realizado debido a su altísimo costo). La dinámica natural del mar, las corrientes, sus mareas, los vientos y el régimen de lluvias, tienden a llevarse las arenas, en un proceso natural llamado erosión marina. 

Imágenes del muelle con el mar embravecido (Fotografías tomadas en 2011).

 

Una característica que ayudó al reconocimiento visual del muelle fue su política de publicidad comercial sobre el edificio, haciendo uso de su terraza, donde se colocó una estructura soporte de grandes dimensiones para albergar carteles de distintas marcas a lo largo de su historia. Entre ellas pasaron: La Copelina, Gancia, Alfajores Balcarce, Celusal y Quilmes.

 

Imágenes del muelle con distintos carteles publicitarios. Composición de imágenes extraídas del blog “Fotos Viejas de Mar del Plata”.

 

También hubo algunos años sin publicidad, debido a una política de restricción de la misma en la vía pública durante el mandato de Gustavo Pulti. La idea era buena, poner orden a la contaminación visual anárquica en la que estaba inmersa la ciudad, pero pecó de ser muy restrictiva, no hizo excepciones y por ello sumó críticas negativas. Gracias a esa política se logró que algunos edificios recuperaran sus fachadas originales. Pero luego de su mandato, se firmó un nuevo Código de Publicidad y el muelle volvió a tener su cartel.

Muelle sin publicidad. La primera imagen fue extraída del sitio de 0223: https://www.0223.com.ar/nota/2016-6-28-quieren-volver-a-instalar-el-gigante-cartel-de-publicidad-en-el-muelle-de-pescadoresLa segunda fotografía fue extraída del sitio: http://www.fotovideoya.com.ar/fotos-gratis-mar-del-plata.html

Muelle sin publicidad. Extraída del sitio del diario La Capital: https://www.lacapitalmdp.com/aaprobaron-pedido-de-informes-sobre-el-cartel-en-el-club-de-pesca/

El muelle, otra vez con su cartel. (Imagen de 2019).

 

El Muelle se ha convertido desde su inauguración en un referente urbano indiscutido. La postal típica de Mar del Plata y su bahía Bristol se completa con la Rambla, el complejo Casino-Hotel Provincial y en su terminal sur el Torreón del Monje. 

Vistas del muelle (Imágenes de 2021).

El muelle, amaneciendo (Febrero de 2021).

El muelle, amaneciendo (Febrero de 2021).



Complejo Casino – Hotel Provincial (incluye Rambla)

 

Ubicación: Av. Patricio Peralta Ramos desde altura 2100 hasta 2700. El complejo abarca desde Rivadavia, Inicio de la Rambla (al Norte), pasando por la Plaza Colón y abarcando hasta la calle Alsina, terminal sur de la Rambla y cuyo último edificio del lado de la Av. Patricio Peralta Ramos, sería la Pileta Cubierta.

Antecedentes legales: Ordenanzas N° 8016, 10075 y posteriores actualizaciones. Resolución Provincial N° 26 (19-03-1990), declarando al conjunto como “Sitio Histórico Cultural” y el Decreto Nacional N° 349 (24-04-1999), declarándolo como Monumento Histórico Nacional en la categoría de “Conjunto Urbano Arquitectónico”.

 

Edificio del Casino Central (Imagen tomada en 2011).
Edificio del Hotel Provincial. Imagen de https://www.dronemardelplata.com/
Edificio del Casino Central en 2002.



Síntesis de las ramblas predecesoras 

 

 

El Conjunto Rambla - Casino - Hotel Provincial se encuentra en un predio que históricamente se usó en Mar del Plata, para contemplar el mar, como lugar de reunión y sirvió de sede de los primeros balnearios. No es exactamente la misma ubicación, en primer lugar porque la línea costera se hallaba más retrasada de lo que está hoy, y porque ninguna de las ramblas predecesoras abarcó la extensión longitudinal del actual conjunto.

 

Se construyeron tres ramblas de madera entre 1886 y 1907. La primera era en realidad la suma de plataformas de los distintos balnearios y fue destruida por un temporal en 1890. La segunda rambla, conocida como Rambla Pellegrini, porque fue Carlos Pellegrini quien tuvo activa participación en la gesta para la construcción de este paseo. Estuvo en pie a partir de la temporada 1890-91 y hasta  el 8 de noviembre de 1905, en que fue devorada totalmente por un incendio.

 

Imagen de la Bahía Bristol y sus primeras casillas de baño. Al fondo aparece, la construcción que aparece solitaria, en la que luego se conocerá como Loma de Stella Maris, es Villa Margarita o Villa Christophersen. Fotografía aportada por Carlos Alberto de Adá al blog del diario La Capital: “Fotos de Familia”.

Dos imágenes de la Rambla Pellegrini. La primera es una postal, aportada al blog “Fotos de Familia” por Enrique Mario Palacio. La segunda imagen, otra postal, en este caso aportada al mismo blog por Jorge Redondo.

 

La tercera, Rambla Lasalle, construida entre 1906-07 por iniciativa de José Lasalle, un empresario local dedicado al negocio de las ruletas. Se extendía por alrededor de 400 metros y fue algo más ordenada que las dos anteriores, en cuanto a unidad estética. El núcleo central (el original, aproximadamente entre San Martín y Rivadavia) presentaba 4 pabellones, 2 terminales sobre la calle y otros dos sobre la costa. Eran de planta cuadrada y culminaban en chapiteles piramidales. La rambla contenía galerías con pasarelas (del lado de la calle y de la costa), haciendo un paseo continuo unificado. A este núcleo original se le fueron sumando hacia el norte y el sur, los distintos balnearios llegando a esa extensión máxima de unos 400 m.

 

Rambla Lasalle. Primera imagen enviada por Virginia Ruiz Barlett a “Fotos de Familia”. La segunda enviada al mismo blog por Miguel Solari.


Rambla Lasalle, vista desde el pueblo. Aporte de Isidro Delponte, al blog del diario La Capital, “Fotos de Familia”.


Debido al crecimiento del balneario se pensó en dotar a la ciudad de un paseo acorde a las nuevas necesidades y que fuera de material. Así surgió la Rambla Bristol, construida entre 1911 y 1913 con proyecto del arquitecto Luis Jamin. El ingeniero Carlos Agote, trabajó como director de obra, y fue también el autor del edificio del Club Mar del Plata.

 

Rambla Bristol. La primera imagen: su inauguración. La segunda fotografía, fachada este (sobre el mar). Imágenes aportadas por Ignacio Repetto, cuya fuente original es posiblemente el Museo Histórico Municipal Roberto T. Barili (Villa Mitre).


Rambla Bristol. Primera imagen: Marquesina de la Confitería La Brasileña, uno de las pocos ejemplos marplatenses de estructuras de hierro y vidrio. Postal enviada al blog “Fotos de Familia” por Enrique Mario Palacio. La segunda imagen es del Archivo Municipal Roberto T. Barili, enviada por Cristina Corsini al mismo blog del diario La Capital.


Imágenes aéreas de la Bahía Bristol de la década de 1930. La primera de ellas enviada al blog “Fotos de Familia” por Juan Carlos Fiorelli. La segunda, aportada por Iganio Iriarte al mismo blog, fue extraída del diario La Nación (1935).

 

La obra tenía 5 niveles, uno al nivel de la playa, un nivel principal con galería hacia el mar, sostenido por columnas apareadas y a la cual se abrían los locales comerciales. Luego había un nivel intermedio entre los dos primeros pero del lado de la calle, también con comercios. En el segundo nivel sobre la calle había departamentos de habitación para los concesionarios de los locales abiertos al nivel principal. Un quinto nivel interior e intermedio contaba con dos cines y otras dependencias. Exteriormente remataban la obra 8 cúpulas, 4 que daban hacia el mar, de mayor opulencia y otras 4 hacia la calle.

 

Rambla Bristol. Sobre el fondo, el edifico del Club Mar del Plata. Imagen aportada por Ignacio Repetto, cuya fuente original es posiblemente el Museo Histórico Municipal Roberto T. Barili (Villa Mitre).


Dos fotografías del Archivo General de la Nación: Rambla Bristol. La primera, aportada al blog “Fotos de Familia” por Elio Madoni. La segunda fotografía muestra los jardines del Paseo General Paz, aportada por Ignacio Iriarte.

 

La demolición de esta rambla comenzó el 21 de febrero de 1940 cuando ya habían comenzado las obras del complejo actual. De hecho el edificio del Casino se inauguró cuando aún quedaban partes de la antigua Rambla Bristol.

 

En la primera imagen ya se aprecian por detrás de la Rambla Bristol, las torres-estructuras del nuevo complejo. Imagen aportada por Ignacio Repetto, cuya fuente original es posiblemente el Museo Histórico Municipal Roberto T. Barili (Villa Mitre). En la segunda imagen, puede verse el edificio del Casino en construcción. Fotografía aportada por Horacio de la Torre al blog “Fotos de Familia”.


Distintos momentos en la demolición de la Rambla Bristol. Ambas imágenes fueron aportadas por José Alberto Lago al blog del diario La Capital: Fotos de Familia. 

Aquí puede apreciarse al edificio del Casino casi terminado y restos de la Rambla Bristol. Fotografía aportada por Enrique Mario Palacio al blog “Fotos de Familia”.


 


El Conjunto Rambla – Casino – Hotel Provincial 

 

 

El complejo comienza a construirse en el año 1938 por gestión de la Comisión Pro Mar del Plata y con el aval del gobernador Manuel Fresco. Era el comienzo de la ciudad pensada como "balneario de masas": la pavimentación del camino a Buenos Aires, el nuevo edificio de la Municipalidad, la urbanización de Playa Grande, entre otras obras, fueron la renovación y modernización de la Mar del Plata de la Belle Époque. El proyecto de la obra es de Alejandro Bustillo y consta de una rambla del lado del mar que se extiende desde la proyección de la calle Rivadavia hasta la proyección de la calle Alsina, que contiene dos edificios monumentales separados por una plaza seca, y las instalaciones de la Pileta Cubierta y el hoy Paseo Hermitage. 

Proyecto original del complejo. Evidentemente bastante diferente del que finalmente se construyó. En el centro de la plaza seca estaba proyectado el denominado “Obelisco Mayor Solar”. En su lugar hoy se encuentra la escultura del Almirante Guillermo Brown. Imagen aportada por Fernando Rodríguez al blog del diario La Capital: “Fotos de Familia”. La segunda imagen fue extraída del Boletín Municipal del tercer trimestre del año 1939. Construcción del edificio del Casino.

 

El edificio ubicado más al Norte, fue habilitado el 22 de diciembre de 1939, y aloja al Casino Central, el Complejo Teatro Auditórium, que incluye otras salas menores y galerías de arte, el Teatro Payró, el Centro de Educación Física N°1, y otras dependencias. Mientras que el segundo edificio que contiene al Gran Hotel Provincial recién se inauguró en 1946. El complejo, en forma completa, fue terminado en 1950. En cuanto a las comodidades del hotel pueden citarse 500 habitaciones, Suite Presidencial, Suite Ministerial y Suite Diplomática, acceso directo a balneario y estacionamientos subterráneos. 

Dos imágenes del edificio del Casino. La primera, es una postal de 1941 (aún sin los Lobos de Fioravanti), aportada al Blog “Fotos de Familia” por Nora del Campo. La segunda imagen fue tomada en 2021.


El conjunto es de estilo ecléctico, con elementos y recursos arquitectónicos que se inspiran en el neoclásico simplificado de corte francés. Los dos edificios de dimensiones monumentales y la rambla acompañan la curvatura de la bahía Bristol. Partiendo de una envoltura general las fachadas generan entrantes, que del lado del mar, forman terrazas en planta alta. Los dos edificios presentan desde el exterior 5 niveles aparentes, el primero con recovas perimetrales, el segundo de doble altura y el último se transforma en mansarda de pizarras negro-azul.

 

Vista general del edificio que alberga al Casino Central. Imagen de 2002.

Acceso al Casino. Imagen tomada en 2021 desde la Plaza del Mileno.

Fachada Este del edificio del Casino, se Sur a Norte y de Norte a Sur. (Imágenes de 2021).

 

Las recovas están formadas (sobre sus lados exteriores) por una sucesión de arcos rebajados. Frente a la plaza seca, los sectores centrales de ambos edificios presentan 11 arcos rectos, lo mismo se aprecia en los cuerpos centrales de las fachadas que dan al mar, presentando 3 arcos rectos, cada edificio. En total, el edificio del Hotel Provincial presenta 63 arcos y el del Casino, uno más, 64.

 

Recovas del edificio del Casino y del Hotel Provincial. Imágenes de 2010 y 2011, respectivamente.

 

Las fachadas presentan un tratamiento homogéneo de paños de ladrillo visto encuadrados en líneas verticales y horizontales en piedra. El ritmo de los aventanamientos es simétrico. Los edificios están coronados por gran cantidad de chimeneas de ladrillo. Tanto el Casino Central como el Hotel Provincial poseen accesos inmensos de doble altura.

 

Fachada Oeste del Hotel Provincial. Imágenes de 2011.
Primera imagen: Fachada Oeste del edifico del Hotel Provincial, que acompaña la curvatura de la bahía Bristol. Segunda imagen: Vista general del Hotel Provincial desde el Muelle del Club de pesca. Imágenes de 2021.

Dos imágenes de los interiores del Hotel Provincial (Imágenes de 2018).

Fachadas Este y Sur del edificio del Hotel Provincial. (Imágenes de 2021).

Detalle del coronamiento del cuerpo central del edificio del Hotel Provincial (fachada Este, que da al mar). Imagen de 2021.

 

Entre ambos edificios está la plaza seca (desde 1972 se la denominó Plazoleta Armada Argentina) con una escultura central en honor al  Almirante Brown, que desemboca en la playa a través de una enorme escalinata curva. Flanquean la misma dos esculturas de lobos marinos, convertidas en símbolo de Mar del Plata. Fueron realizadas en piedra por el escultor Fioravanti.

Uno de los lobos de Fioravanti, que flanquea la escalinata central de la plaza seca. (Imagen de 2011).

La plaza seca entre los dos edificios, enfrentada a la Plaza Colón, se denomina Plazoleta de la Armada Argentina. Imágenes de 2011.

Plazoleta de la Armada Argentina desde uno de sus vértices. En el centro el Monyumento a Guillermo Brown. (Imagen de 2021).

La plaza seca delimitada por bolardos sobre su frente a la ciudad (Imagen de 2011). El Monumento a Guillermo Brown. (2021).


El Decreto N° 583-72 impuso el nombre de “Armada Argentina” a la plaza seca entre los dos edificios. En el centro de la misma, el 3 de marzo de 1972, se emplazó el Monumento al Almirante Guillermo Brown (cuando se cumplían 115 años de su fallecimiento). El monumento alcanza una altura de 7 metros y se compone de un basamento de piedra de base cuadrada de 2 escalones, en cuyo dentro se encuentra un pedestal del mismo material con la escultura en bronce patinado del prócer. Obra realizada por el escultor Wilfredo Viladrich (1923-1976). La obra fue gestionada por el Instituto Nacional Browniano. 


Escultura de Guillermo Brown, que corona al pedestal del monumento. (Imágenes de 2021).


Más hacia el Sur, luego del Hotel Provincial hay una gran terraza que debajo de ella se ha construido posteriormente el Paseo Hermitage, que contenía al Casino del Mar, y luego aparece la figura de un medio cilindro de grandes dimensiones que contiene a la Pileta Cubierta. Esta última estuvo cerrada los últimos años debido a un problema de caldera y mantenimiento general. En 2021 comenzaron las obras para su recuperación.


Vista de la zona terminal sur de la Rambla (al fondo la Pileta Cubierta). (Imagen de 2021).

Cuña de hierro y vidrio (cúpula) del Paseo Hermitage. (Imágenes de 2021).

Imágenes de la Pileta cubierta. La primera fue extraída del portal de noticias 0223. La segunda (interior) es del sitio de puntonoticias.com

 

El Conjunto Rambla – Casino – Hotel Provincial – Plaza Colón ha sido declarado Monumento Histórico Arquitectónico Provincial. La Ley/Decreto 349, con fecha 15 de abril de 1999 determinó al conjunto Hotel Provincial y Casino, rambla, recovas, Plaza Seca y Plaza Colón, como Monumento Histórico Nacional.

 

Evidentemente este conjunto representa la construcción más reconocible de Mar del Plata en el país y en el mundo.

 

Imagen del complejo, tomada desde la zona del Torreón del Monje en 2011.

Toma general del complejo desde la terminal sur de la Rambla (2011).

Toma general del complejo desde el Muelle del Club de Pesca (2021).


Murales de César Bustillo

  

Ubicación: Hall del Hotel Provincial

Antecedentes legales: Ordenanza N° 11815 y posteriores actualizaciones

 

 

César Bustillo y uno de los murales (1950). Imagen extraída de la nota del 7 de abril de 2019, del diario La Nación.


 

César Bustillo era hijo de Alejandro, el arquitecto. Nació en 1917 en la localidad bonaerense de Plátanos, partido de Berazategui y falleció en 1969. Pintor, muralista, grabador, dibujante y escultor. A pedido de su padre (y ad honorem) ejecutó los murales del hall de acceso del Gran Hotel Provincial entre los años 1948-50.

El conjunto de murales recrea personajes míticos insinuando las estaciones del año, a través de la representación de los 4 vientos. La obra compuesta por 6 murales se denomina “Los Vientos del País”. Hay escenas de pescadores (entre ellos aparece la figura del mismo Bustillo con un crucifijo colgando en su pecho y tomando una soga de red de pesca), jóvenes arreando caballos, un gaucho apartando un toro, indígenas a caballo, un naufragio, etc.

Escena con pescadores. Bustillo en situación central. (Imagen de 2010).

Otra de las escenas, quizás la más criticada, con el hombre asustando a una mujer con un cangrejo y una langosta. (Imagen de 2018).

Los vientos del país, son deidades nacidas de la unión de Eolo (dios de los vientos) con 4 diosas americanas (según la mitología sui generis de Bustillo): Tórrida, Antárctica, Cordillera y Nube. Estas deidades, de rasgos acriollados y americanistas son llamadas “Eólidas”. Seres alados (con alas de aves características de la geografía que representan, por ejemplo alas de guacamayo, cóndor o albatros). Colocados en cada punto cardinal, tenemos a Eólida Tórrido, representando al viento norte, Eólida Antárctico, al viento sur, Eólida Andino, al viento seco del oeste y Eólida Atlántico representando al viento húmedo del este.

 

Imagen de dos de los dioses del viento (Eólidas), a la izquierda “Atlántico” y a la derecha, “Antárctico”. En el medio una escena con jóvenes montando caballos. (Imagen de 2010).

La otra escena flanqueada por Eólidas, a la izquierda “Andino” y a la derecha “Tórrido”. En el medio una escena de un naufragio. (Imagen tomada en 2010).

 

Los murales se inauguraron el 18 de febrero de 1950 junto a la inauguración del Hotel Provincial. Las críticas no tardaron en aparecen en los medios locales, abiertamente en contra de los mismos. Vale recordar el contexto histórico que se estaba transitando, la ciudad ya había dejado de “pertenecer” a la aristocracia para ser alcanzada por las clases medias y trabajadoras. El complejo Casino-Hotel Provincial reemplazó la Rambla Bristol de la Belle Époque, esto se miró con recelo por muchos marplatenses.

 

Mural situado a espaldas del acceso, indígenas montando caballos. (Imagen de 2010).

 

Según las críticas, las imágenes eran muy fuertes para estar exhibidas en un lugar público (provincial). Caracteriza a los murales el hecho de que todos sus personajes se encuentran desnudos o semidesnudos, enfatizados en su desarrollo muscular, recurso que también aplica a los animales y en un estilo entre manierista y grotesco, reafirmados en su exageración gestual y sumado a poses “ambiguas” de las deidades. Se le pidió a Bustillo que tapara los desnudos, para ello recurrió a los “taparrabos”. En definitiva, cuando se realizó el Primer Festival de Cine (durante el gobierno de Perón), los murales se taparon con telas. Esta acción fue atribuida a Raúl Alejandro Apold (Subsecretario de Informaciones y Prensa y a cargo de la organización del festival). 

Segundo mural situado a espaldas del acceso, gaucho montando un caballo separando un toro. (Imagen de 2018).

 

Con el gobierno militar que depuso a Perón, las cosas no cambiaron mucho. Fueron expuestos un breve tiempo (4 meses), para volver a taparse porque de alguna manera era una obra (la de todo el complejo Casino-Hotel Provincial) asociada al gobierno de Perón y como tal trató de esconderse como todo lo relacionado con su gobierno. 

Vista general del hall del hotel. (Imagen tomada en 2018).

 

En 1956, el tema llegó a oficializarse porque se encomendó a un comité de notables para que resolvieran el destino de los murales. Este “jurado” estaba conformado por los intelectuales Jorge Romero Brest (crítico de arte), Juan Ballester Peña (pintor), Héctor Basaldúa (pintor), Manuel Mujica Láinez (escritor) y Julio E. Payró (ensayista). La mayoría de los informes fueron críticas negativas, algunas de ellas fueron muy duras:

Cuando se inauguró la obra, herían los sentimientos de decencia del público ciertas turgencias, harto elocuentes. Afortunadamente aquello fue ocultado posteriormente.(Payró). 

“…las pinturas murales de César Bustillo se sitúan, creo, en los estrados más bajos de la creación artística.” (Payró). 

“El autor parece tener la obsesión del desnudo y por ello se ha valido de desnudos en cantidad, excesiva en 5 de los 6 frescos, a nuestro juicio.(Mujica Láinez y Romero Brest). 

“Se ve que el autor era un hombre muy joven cuando hizo estas decoraciones y que no trepidó, por esa misma juventud, acaso, en proponerse una obra que debió exigirle, por lo menos, años de meditación y de trabajo. El resultado es una obra que indica esfuerzo, coraje, temeridad, pero no esa conciencia artística que a pesar del error o el fracaso, puede producir satisfacción ante la obra de un hombre que se expresa.” (Mujica Láinez y Romero Brest). 

“Construcción efectista de gusto chabacano. Basta ver en "Juego en la playa" un desnudo-hombre que coloca una langosta de mar en el sexo del desnudo-mujer, para ya tener un juicio negativo. No quisiera pecar de exagerado pero esta es una de esas obras a las cuales no se le puede hacer crítica alguna, dada la carencia de materia a analizar que impide el análisis mismo.(Ballester Peña).

El único informe que no negativo fue el de Basaldúa:

“Las pinturas murales, por su composición, por su dibujo y por su color, son poco adecuadas al lugar en que se encuentran, pese a que parcialmente revelan ciertas cualidades plásticas.
Considero peligroso el hecho de que estimar como inadecuada a una obra signifique su destrucción (toda destrucción del fruto de un esfuerzo sano es condenable). Ello puede ser el comienzo de un camino que nadie desea.
Creo necesaria la intervención del autor en este problema, ya que es el indicado para decidir sobre el destino de sus trabajos.”

 

El 6 de Agosto de 1957, César Bustillo y Alejandro Bustillo presentaron su defensa y desestimaron los informes negativos aludiendo en algunos casos que las personas del comité ya habían dado su testimonio negativo anteriormente y que por ello no debían formar parte del comité (Mujica Láinez y Romero Brest), en cuanto al informe de Ballester Peña, señalaron que sus críticas estaban basadas sobre el rechazo que oportunamente tuvo el pintor a su proposición personal para pintar los murales. Hubo luego otros críticos que defendieron la obra de César Bustillo. En definitiva nunca se llegó a dirimir el asunto y los murales allí siguieron.

 

Nota: Los informes fueron publicados recién el 22 de enero 1963 y en forma parcial, en la revista “Primera Plana”.

 

Vista general del hall del hotel. (Imagen tomada en 2018).


En el año 1962, con la concesión del hotel por parte de una firma privada, volvieron a destaparse. Ese año César Bustillo visitó nuevamente la ciudad para restaurar los frescos en la zona donde los cortinados fueron sujetados. En el año 1998 el hotel se cerró. Sólo se abrió (parcialmente) para ciertos eventos como el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y algunas exposiciones o congresos. La falta de mantenimiento de parte de las autoridades provinciales generó problemas de filtraciones y un deterioro significativo en las instalaciones generales del hotel. Para poder apreciar estos murales en forma permanente hubo que esperar una nueva licitación (2008). El Hotel Provincial concesionado a la cadena NH, fue recuperado y los frescos restaurados. Hoy pueden apreciarse en todo su esplendor.

 

Fuentes para este apartado:

  • Notas en los diarios La Capital (de Mar del Plata), Infobae y La Nación.
  • Nota “Los Bustillo. Informe secreto sobre los murales del Provincial: acusación y defensa”. Sitio: http://www.magicasruinas.com.ar/
  • Suárez Guerrini, Florencia - El caso Bustillo y la recepción de una imagen polémica (VIII Jornadas de Sociología de la UNLP-3 al 5 de diciembre de 2014).

 

 

Los Lobos Marinos de Fioravanti

 

Ubicación: Rambla, flanqueando la escalinata principal de la plaza seca, ubicada entre los dos edificios del Complejo Casino - Hotel Provincial

Antecedentes legales: Decreto Nacional 769-2019, declarándolos Monumento Histórico Nacional puntualmente. Aunque no descriptos puntualmente, estaban incluidos en la declaratoria que categorizó como Monumento Histórico Nacional al Complejo Casino – Hotel Provincial – Rambla – Plaza Colón. (Decreto Nacional N° 349 (24-04-1999).

 

Dibujo publicado por la Revista de Arquitectura – Año XXIX, N°279, de marzo de 1944 (de la Sociedad Central de Arquitectos y el Centro de Estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires. La fotografía de la derecha también salió publicada en este número de la revista. La piedra aún estaba bien blanca.

Las dos esculturas de los Lobos Marinos (realizadas en piedra) nacieron de la mente del artista plástico argentino José Fioravanti (1896-1977), alrededor del año 1940.

 

Los Lobos Marinos (Imágenes de 2011 y 2021, respectivamente).

 

La inspiración

 

La elección de estos animales no es azarosa. La historia de estos mamíferos marinos en estas costas es tan antigua como la historia de los primeros habitantes originarios de la zona y probablemente más antigua aún. Vale recordar, que antes de la existencia de Mar del Plata, la zona fue conocida por los jesuitas como “Lobería Grande”. Anteriormente, en su paso por estas costas, Sir Francis Drake, había identificado a esta zona como “Cabo de los Lobos”. Se sabe que formaron colonias estables reproductivas con números calculados en hasta 150 000 ejemplares, en todos los afloramientos rocosos de la hoy Mar del Plata, desde Punta Iglesia hasta Punta Mogotes. Los habitantes originarios los cazaban para su alimentación. Estas colonias fueron desapareciendo con la llegada del hombre moderno y el establecimiento de poblaciones.

 

La vuelta de los lobos marinos a Mar del Plata y su imagen relacionada con la ciudad.

 

Alrededor de 1960 volvieron a ubicarse en el puerto, pero sólo ejemplares machos. Esta nueva colonia se mantuvo estable gracias a la abundancia de alimento disponible como lo es el descarte de la pesca humana y por el resguardo que significa el puerto, de sus enemigos naturales, las orcas y los tiburones. Hoy son alrededor de 800 individuos, que interactúan con las colonias en Uruguay y la Patagonia argentina, en su momento reproductivo.

 

Lobos Marinos en la Banquina de los Pescadores (Puerto de la ciudad de Mar del Plata). Imágenes de 2012.

En 1994, el HCD de la Municipalidad de General Pueyrredon, declaró “Monumento Natural” al lobo marino de un pelo (Otaria Flavescens) y declaró de interés municipal la preservación de la Reserva Faunística de Lobos Marinos, ubicada sobre la Escollera Sur del Puerto Ciudad de Mar del Plata. (Ordenanza N°9440, sancionada el 9-06-1994).

La figura del lobo marino ha estado atada a varios acontecimientos históricos realizados en la ciudad. Por ejemplo, en los Juegos Deportivos Panamericanos de 1995, realizados en la ciudad, la mascota oficial fue un lobo marino.

 

Imagen de la mascota de los Juegos Panamericanos de 1995, estando presente en el ensayo general de la fiesta de apertura, en el estadio José María Minella, el 3 de octubre de 1995. Abajo: el logo con la mascota de los juegos.


El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en varias ocasiones incluyó su figura en los logos oficiales del mismo o en gacetillas de prensa y/o difusión.

 

Logos del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en sus ediciones 22, 23 y 26.


Logos del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en sus ediciones 27 y 28.

Logos del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en sus ediciones 30, 31 y 32.

Logos del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, en sus ediciones 33, 34. 35 y 36.

El Círculo de Periodistas Deportivos de Mar del Plata y la Municipalidad, reconocen a las figuras del deporte local y a las expresiones culturales, cada año, con el premio “Lobo de Mar”.

 

Premio Lobo de Mar y logo de la entrega N°31. 

A fines de 2013, cuando se inauguró el Museo MAR, Marta Minujín inauguró su obra implantada en la entrada del mismo: un lobo marino gigante. Una armazón de hierro originalmente envuelta en papel de alfajores (que luego cambió su “piel” por papel de aluminio, dorado).

 

El Lobo Marino de Marta Minujín, en la entrada al Museo MAR. (Imagen de 2020).


 

El autor intelectual y el autor material

 

José Fioravanti fue autodidacta, formándose en varios talleres de escultura de Buenos Aires, estudió con Guillermo Yrurtia, compartió escuela con Alfredo Bigatti, con quien trabajó en el Monumento a la Bandera de Rosario. Entre sus obras se pueden citar: la escultura de Raúl Colombres en Tucumán, los monumentos de Roque Sáenz Peña, de Nicolás Avellaneda, el busto de Shakespeare y el monumento “Canto a la Argentina de Rubén Darío”, el monumento a Simón Bolívar, todos ellos en Buenos Aires. Su obra se encuentra exhibida en varios museos alrededor del mundo.

 

Uno de los Lobos de Fioravanti (Imágenes de 2021).

El Lobo Marino (más cercano al Hotel Provincial). Imágenes de 2021.


 

Las piezas que componen a los Lobos Marinos de la Rambla salieron de la cantera Sud Atlántica, de Estación Chapadmalal, cuyo dueño era el alemán C. Herman Wachnitz. La implantación en el lugar estuvo a cargo de la empresa Pradelli y Giubanni y aunque no existe una fecha de implantación en los registros oficiales, basados en fotografías antiguas, se supone que fue en algún momento entre los años 1943 y 1944.

 

Lobo Marino de Fioravanti (2021).


 

La historia se nutre de historias y algunas de ellas salieron a la luz recientemente. Una de ellas cuenta que el verdadero autor material de las esculturas de los lobos marinos fue el escultor esloveno Janez Anton Gruden, quien fue contratado por Fioravanti. Janez Anton Gruden también participaría, más tarde, en el cincelado de algunas piezas del Monumento a la Bandera de la ciudad de Rosario, del Monumento a España en Buenos Aires y en otras varias obras en Argentina y Uruguay.

 

 

Wachnitz vendió la cantera a Germán Castillo, el hijo de éste último encontró en un armario unos negativos. Las fotos, en las que se ven parte de las piezas de este monumento en estado puro, salieron publicadas en el blog del diario La Capital: “Fotos de Familia”.

 

Imágenes de parte de uno de los Lobos, en la cantera donde se esculpieron. Las fotografías fueron aportadas por César Nicolini al blog “Fotos de Familia”, del diario La Capital de Mar del Plata.


Los Lobos Marinos de Fioravanti, Monumento Históricos Nacional. (Imagen de 2021).




Silla Playera de la Bristol

 

Ubicación: Hall del Hotel Provincial

Antecedentes legales: Ordenanza N° 19238. Declarada como “Bien de interés Histórico, Simbólico, Social, Artístico y Cultural.

 

Ejemplos de la Silla Playera de la Bristol, en los portales de venta conocida como “silla estilo Mar del Plata.

 

Bajo este nombre “Silla Playera de la Bristol”, se hace el reconocimiento a la silla de mimbre característica de los balnearios de la ciudad y que desde aquí se expandió al resto de los balnearios de la Costa Atlántica. Este simple elemento fue ícono de la playa argentina durante gran parte del siglo pasado. En el sitio Mercalibre aún se ven ejemplares en venta bajo el nombre “Silla Estilo Mar del Plata”.

Y queda fundamentado con creces cada uno de los campos alusivos para su declaratoria, su interés histórico está reconocido porque los orígenes de esta silla se sitúan a principios del siglo XX, existen registros fotográficos de 1912 donde se observan estas sillas en la playa. Tan sólo 5 años después de que Mar del Plata fuera reconocida como ciudad.

 

En la primera fotografía, Rambla Lasalle. Sobre la esquina izquierda inferior puede verse una silla. La fotografía es de 1912 y fue enviada por Virginia Ruiz Barlett al blog “Fotos de Familia. La segunda es una postal de 1924 tomada por Federico Kohlmann (N°543), extraída del blog “Postales de Federico Kohlmann”.

 

En cuanto al resto de los atributos (Simbólico, Social, Artístico y Cutural), es evidente, que también queda ampliamente probado, que tan solo ver una fotografía de estas sillas, remite a una sociedad de ese momento histórico, con sus costumbres, modos y estilos de vida. El diseño simple y efectivo, la forma artesanal de su armado y su mantenimiento, hace a lo artístico.  Y lo simbólico se consolida con los años transcurridos y la memoria que queda en los marplatenses y turistas. Lo simbólico también tiene explicación de tipo social de carga aspiracional, vale recordar que esta silla fue utilizada con el transcurso de los años, por las clases altas, las medias y las populares. En resumen, es un referente de la identidad marplatense.

 

Imágenes de la revista LIFE en la década de 1950. Fotografías de Dmitri Kessel.

 

La silla y su historia

 

La historia de quién fue el creador probablemente nunca se sepa. “Fotos Viejas de Mar del Plata”  de Pablo Javier Junco, presenta una interesantísima investigación respecto del origen de la misma.

Se supone que los primeros “mimbreros” fueron unos franceses, llegados desde Uruguay, contratados para la construcción del Puerto de Mar del Plata. Vale acotar que el Puerto de Montevideo había sido construido unos años antes por la misma empresa francesa que construyó el de Mar del Plata.

Con datos de tradición oral de la familia Ortells (la primera familia afincada en Mar del Plata que fabricó las sillas en cantidad), se sabe que estos franceses que trabajaron en el puerto, hacían estas sillas en sus tiempos libres. Los balnearios de la Belle Époque de Francia y España hacían uso también de este material para sillas y sillones de playa, pero con otros diseños. Seguramente hubo entonces alguna inspiración en estos modelos para realizar finalmente el modelo local.

La familia Ortells, llegó a la ciudad en 1926 y se dedicó al trabajo del mimbre en general. Su empresa, llamada “La Valenciana” fue la primera cestería de Mar del Plata. A este emprendimiento se sumó en 1938, la familia Cano, con la “Canastería La Obrera” en Rivadavia y España. Los descendientes Ortells, más tarde fundaron en 1965,  “El Canastero de la Costa”, cuyo local de venta estaba en Punta Mogotes, con la reconocible canasta gigante como símbolo comercial.

 

Canastería La Obrera (Imagen de 2011) y el Canastero de la Costa (2013, extraída de GoogleMaps).

Entre estas dos empresas se repartían la demanda no sólo de Mar del Plata, sino también, con el transcurso de los años, de la demanda zonal y de otros balnearios de la costa.

 

Fotografía de Annemarie Heinrich (década de 1960), extraída de una nota del diario La Capital del 16 de febrero de 2020, sobre las historias de las carpas y las sillas de mimbre.


Hoy la silla ha sido reemplazada casi en su totalidad por sillas plásticas. La Canastería La Obrera cerró sus puertas en 2016 y El Canastero de la Costa, lo hizo en 2021 (según su dueño, para cumplir un ciclo y dedicarse a otro proyecto).

En 2020, una pareja marplatense, inspirándose en los veranos familiares y homenajeando a sus antecesores (cesteros y fotógrafos), realizaron una versión actualizada de la silla de mimbre: la Silla Rambla. El estudio de diseño industrial Cano-Rolón, logró condensar todo esto en una silla de 4 arcos que forman el respaldo y los apoyabrazos, materializadas en caño de hierro pintado y asiento de pana antimanchas. Obviamente no es para playa sino para comedores y tiene la particularidad que también es apilable.

 


Imágenes de una nueva silla inspirada en la silla playera. Las mismas fueron extraídas del sitio: https://www.espacioyconfort.com.ar/


Fotografía extraída de una nota del diario La Capital del 16 de febrero de 2020, sobre las historias de las carpas y las sillas de mimbre.

La silla también quedó inmortalizada en la edición N° 24 del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.



(*) Todas las fotos del blog pertenecen a Oscar Casemayor, salvo las indicadas en pie de foto.

(*) Para ver las fuentes de información y bibliografía consultada para el desarrollo de los distintos posteos, deben dirigirse al primer hilo del blog.