ZONA MICRO Y MACRO CENTRO
BARRIO
CENTRO: Sector MICROCENTRO 2
BIENES NO
PATRIMONIALES
Bienes
Históricos Notables
El hoy denominado microcentro marplatense siempre fue la “zona núcleo” del pueblo, núcleo de las actividades sociales, del mayor movimiento comercial y por ende la zona más visible para los turistas. Este dinamismo, propio de cualquier pueblo, en Mar del Plata se potenció con la llegada de las familias “acomodadas” y las construcciones de sus viviendas de veraneo. Luego con el impulso turístico y el crecimiento de visitantes y población estable se comenzaron a reemplazar estas propiedades.
Fue tal el impulso constructivo, y en sucesivas oleadas, que existen obras en este sector que fueron edificadas, demolidas y vuelto a edificar al menos 3 veces en los primeros 100 años de existencia del pueblo.
Existen casos extremos en los que la nueva propiedad
solo estuvo en pie por 18 años, como el Chalet de Carolina Pombo de Barilari,
construido por Arturo Lemmi y proyectado por el arquitecto Félix I. della
Paolera, en 1938. En 1956 fue demolido para ampliar el Hotel Hermitage.
Este chalet se edificó entre las antiguas propiedades de Casimiro Polledo y Juan Girondo. El primero se demolió en los primeros años de la década de 1940. Luego fue el turno del chalet de Girondo, donde se edificó el núcleo original del Hotel Hermitage (1943). Más tarde en 1956 con las sucesivas ampliaciones del hotel se demolió Villa Barilari.
Obviamente en esos años ni siquiera existía (en la mente de nadie) el concepto de preservación arquitectónica patrimonial. Todo cambio era bienvenido en nombre del progreso. En el medio también hubo cambios paradigmáticos de estética (de lo aristocrático historicista europeo a otras influencias como la norteamericana, la colonial, la moderna) y de políticas de estado que diversificaron el alcance turístico de Mar del Plata a otras clases sociales. No corresponde juzgar con nuestro pensamiento actual ese contexto histórico y todo lo que significaron esos cambios.
Este hilo en particular, es entonces un homenaje a esas propiedades notables (centradas en la Bahía Bristol), que no llegaron hasta nuestros días y que marcaron una de las varias “Mar del Plata” que existieron en su corta historia.
La premisa es una comparación puntual
entre dos momentos históricos separados por 100 años. Cómo era la Bahía Bristol
y sus alrededores en 1921 y cómo es hoy, en 2021.
A continuación iremos recorriendo el plano de
1921 para identificar e ilustrar estos bienes históricos notables:
El primero de estos bienes no es estrictamente del
centro, sino que se encuentra dentro de los límites del barrio La Perla. Estamos
hablando del Chalet de José Luro y fue incluido aquí como límite extremo Norte.
Este chalet, ubicado casi en la esquina de Santa Fe y 9 de Julio, estuvo en pie
desde 1887 hasta 1964 cuando fue demolido para dejar paso a la construcción de
edificios en altura.
El Hotel Universal, fue uno de los primeros hoteles de Mar del Plata. Ya funcionaba como tal en 1897, a cargo de Miguel M. Couso y Hno. Se ubicaba en la media manzana delimitada por la Av. Luro, Santa Fe y la Av. Pueyrredon (hoy Juan B. Alberdi). Su acceso estaba ubicado sobre la ochava de Luro y Santa Fe.
Gran Hotel
Este establecimiento fue uno de los primeros hoteles (de grandes dimensiones) en el recientemente formado pueblo de Mar del Plata. Ocupaba la manzana rodeada por las calles San Martín, Corrientes, Entre Ríos y la Av. Luro. Tenía varios accesos, uno de los principales se situaba frente a un descampado, que luego resultó ser la plaza Mesquita.
Según el
arquitecto historiador Roberto Osvaldo Cova, la historia de este
establecimiento no es precisamente abundante en registros (ni oficiales ni
orales). Se sabe que aproximadamente en el lugar que hoy ocupa la manzana en
cuestión, se encontraba una casa criolla (una suerte de pulpería) perteneciente
al conjunto de construcciones del viejo saladero de 1857. Probablemente esta
casa fue construida hacia la primera mitad de la década de 1860 y era conocida
como La Proveedora. Esta construcción original se ubicaba no alineada con
respecto al posterior trazado del pueblo.
Cuando Pedro Luro
adquirió en 1877 las tierras del saladero hizo demoler esta vieja construcción
y erigió (ahora sí en forma alineada al trazado de las nuevas calles) una nueva
construcción de factura similar, donde instaló un almacén de ramos generales
(La Proveedora) y una fonda (La Marina) en
sociedad con Eduardo Peralta Ramos, en principio, para brindar comida y
albergue a los pescadores. Cada año esta construcción se fue ampliando y en
1881 se fundó el Gran Hotel. Se fue construyendo en etapas y fue ganando
superficie hasta abarcar la totalidad de la manzana. Llegó a contar con 110
habitaciones de las cuales 54 de ellas daban a la calle.
Estilísticamente
era más bien modesto, típica construcción pampeana, de perímetro corrido, con
aventanamientos dispuestos rítmicamente, separados por pilastras. Techos de
chapa que tenían su caída hacia patios internos. El cuerpo más destacado fue el
gran salón comedor construido años más tarde. Eventualmente llegó a contar con
un edificio anexo sobre la calle Corrientes cerca de la esquina con San Martín
(frente a la manzana original). Tampoco pudimos encontrar fecha de su
desaparición, pero con seguridad fue antes de 1940. El edificio Seymon, que se
encuentra en la esquina de San Martín y Corrientes fue edificado en 1942.
Club Mar del Plata
En la manzana irregular de Luro, la costa y Entre Ríos se levantó el edificio del Club Mar del Plata. Fue inaugurado el 22 de enero de 1910, obra del arquitecto Carlos Agote. Los orígenes de esta institución se remontan a diciembre de 1907, cuando Adolfo Dávila, quien era el presidente de la sociedad propietaria del Hotel Bristol, decidió fundar las bases del club social junto a otros visitantes de la alta sociedad.
Entre sus objetivos estaban los negocios inmobiliarios, fomentar el desarrollo del pueblo, instalar la infraestructura para la práctica de diversos deportes, edificar la sede social y construir una rambla de mampostería como paseo costero. También aportaron los fondos, por ejemplo, para la pavimentación de las avenidas Luro y Colón.
El edificio de estilo academicista, de mampostería, con muros de gran espesor y entrepisos de bovedillas de ladrillo, contaba con varios niveles: sótano, pisos plenos, entrepisos y terraza, en los que se sucedían varias salas y salones para conferencias y reuniones sociales, confiterías, jardín de invierno, piletas de natación y baños con agua fría y caliente de agua dulce y salada. Contaba con 5 ascensores y todos los elementos de infraestructura moderna como motores eléctricos para elevar cortinas enrollables.
En 1948 pasó a manos del Estado y funcionó como
anexo del Casino Central. También tuvieron su sede la Escuela de Artes Visuales
y el Conservatorio de Música. El 10 de febrero de 1961 se desató un incendio
por un cortocircuito en el escenario del denominado Salón Dorado. El fuego se
expandió rápidamente ante la mirada de una multitud de veraneantes. Parte del
edificio se desplomó y posteriormente se procedió a demoler las ruinas. Unos
años después esa pequeña manzana se convirtió en una plazoleta.
Finalmente se demolió el edificio y se construyó la
pequeña plazoleta que recibió el nombre de Hidelberg Ferrino, un escultor
nacido en Maipú que vivió casi toda su vida en Mar del Plata. Varias de sus
obras están en los espacios públicos de la ciudad.
Bristol Hotel
El Hotel Bristol (o Bristol Hotel) fue inaugurado en
1888, la sociedad, propietaria y cargo de su administración estaba
originalmente presidida por José Luro. Su núcleo original estaba ubicado en la
manzana delimitada por las calles Corrientes, Entre Ríos, Rivadavia y San
Martín. Era un edificio de tres niveles con planta en forma de “E”, estaba
construido en mampostería en su planta baja y entramados estructurales de
madera (con entrepaños en mampostería) en sus otros dos niveles. Convirtiéndose
en uno de los pocos ejemplos en la ciudad de verdadero “half-timber work” (en inglés) o
“pan de bois” (en francés). Los techos eran de pizarra. Unos años más tarde se erige en la
misma manzana otro edificio de similares características con la misma planta en
forma de “E”, quedando ambos edificios enfrentados y unidos por el medio.
Al mismo tiempo se erigía en la manzana contigua hacia la costa el edificio del Salón Comedor, que se ubicó en posición central dentro de la manzana. Este edificio de mampostería de ladrillo se apoyaba sobre un semisótano de gruesos muros. De estilo ecléctico, el edificio exteriormente tenía elementos compositivos y decorativos que le daban un aspecto italiano, pero sus interiores eran franceses. Sin embargo este edificio (y todo el conjunto en general) fue luego perdiendo su unidad estilística con los innumerables agregados a través del paso de los años.
El Comedor se unía al núcleo primitivo por medio de un túnel por debajo de la calle Entre Ríos. Sobre la esquina de Buenos Aires y Rivadavia se sumó el Salón de Fiestas. En la manzana del núcleo original, entre 1904 y 1907, se sumaron pabellones denominados Chalet N°1 (sobre la calle Rivadavia) y Chalet N°2 (sobre la calle San Martín). En estas obras se sabe que trabajaron los arquitectos Roberto Harrison Lomax y Guillermo Harper.
En 1899 se edificó el denominado Anexo Bristol, en la manzana rodeada por las calles Buenos Aires, Belgrano, Rivadavia y el viejo Boulevard Marítimo (hoy Av. Patricio Peralta Ramos). Un edificio simple de perímetro corrido en todos sus frentes, originalmente de 2 niveles, al que luego se le sumaron otros dos. Este edificio fue demolido en 1945. En 1974 se descubrió que esta manzana también se conectaba por un túnel hasta la manzana del Comedor.
Más tarde incluso el Bristol Hotel llegó a alquilar chalets cercanos a su núcleo para sumar más habitaciones. El 16 de junio de 1944, el hotel cerró sus puertas, luego de 56 años ininterrumpidos de servicio. Posteriormente se hicieron remates del mobiliario y demás objetos como vajillas y adornos. El Anexo Bristol y la manzana de los dormitorios (o Chalets del Bristol), rápidamente fueron adquiridos por inmobiliarias y empresas constructoras que terminaron en la demolición de estas dos manzanas y posteriormente se fueron construyendo edificios de departamentos.
La manzana del comedor se transformó en una galería comercial y se mantuvo con actividad hasta 1964 en que se hicieron varias subastas y remates. Finalmente a principios de la década de 1970 se demolieron los últimos vestigios de lo que fuera el hotel más importante y lujoso de Mar del Plata. En esta manzana, se edificó parte del proyecto “Bristol Center”, que sin embargo quedó inconcluso hasta el día de hoy.
Residencia de Guillermo Aldao
En la esquina de las calles Entre Ríos y Rivadavia se ubicaba la residencia de Guillermo Aldao, proyectada por Jacques Dunant y construida en 1908. Esta propiedad fue convertida más tarde en el Hotel Mara, que sumó como anexo a otro edificio contiguo por calle Rivadavia. Fue demolida a fines de la década de 1960 y en la misma esquina se construyó la Torre Odeón.
La Torre Odeón, que ocupó los terrenos de la casa de Aldao y otros aledaños. La primera fue tomada en 2004, la segunda es de Google Maps.
Teatro Odeón
Contiguo a esta residencia, con proyecto de Luis Faure Dujarric, Víctor Broggini construyó en 1909-10, el Teatro Odeón. El 12 de Febrero de 1910 fue inaugurado con el estreno de la primera función. En esta sala cantó Carlos Gardel varias veces y hoy hay una placa que recuerda su paso por el teatro. El propietario de la sala de espectáculos fue el mismo de la casa contigua, Guillermo Aldao, en sociedad con Faustino Da Rosa. El edificio de estilo academicista, tenía planta en herradura y varios niveles con palcos. El 4 de Enero de 1955 se desató un incendio que destruyó el edificio. Posteriormente se demolieron sus ruinas. En su lugar y casi 20 años después del fatídico incendio se inauguró el Teatro Carreras.
Plaza Mesquita
La plaza Mesquita ocupaba la manzana rodeada por las calles Entre Ríos, San Martín, el Boulevard Marítimo (hoy Av. Patricio Peralta Ramos) y la Av. Luro. El nombre de la misma proviene de un pedido de su dueña: Matilde Luro de Mesquita (hija de Pedro Luro). Esta manzana fue donada a la municipalidad (a principios del siglo XX) con la condición de que se trazara una plaza con el nombre del apellido de su esposo y bajo una cláusula de que se pudiera recuperar eventualmente a futura conveniencia. Efectivamente la plaza tuvo su existencia como tal hasta 1924 en que Matilde Luro decidió presentar un proyecto de hotel monumental que abarcaría toda la superficie de la plaza. El autor era el arquitecto Estanislao Pirovano. Este proyecto finalmente no se llevó a cabo, aunque si se construyó un edificio de locales comerciales en el cuarto de manzana sobre la esquina de San Martín y Entre Ríos, cuya autoría terminaría siendo del mismo arquitecto.
La plaza quedó distorsionada y ya sin mantenimiento municipal. Transitoriamente se convirtió en una playa de estacionamiento. Finalmente en la década de 1940 comenzó a delinearse la fachada corrida con recovas que hoy conocemos, con la construcción sucesiva de varios edificios, emulando o en consonancia con la envolvente del complejo Casino-Hotel Provincial.
En este sector (entre Belgrano y Falucho y desde Santa Fe hasta Buenos Aires) aparecen 3 bienes que sobrevivieron a las distintas oleadas de demolición-reconstrucción: Jeanne Ville, obra del arquitecto Luis Laverdet de 1910, ubicada en la calle Buenos Aires entre Belgrano y Moreno. Esta obra ya fue descripta en la “PARTE 16 de la sección Micro y Macro Centro”.
Los otros dos bienes: Villa Devoto (1918) de los
arquitectos Alejandro Bustillo y Luis Dates y la Villa de Bary (1908) del
arquitecto William (Guillermo) Harper serán incluidas en próximas hilos dentro
de la sección “Macrocentro”.
El resto de los bienes históricos aquí presentados son ejemplos de la arquitectura de principios de siglo XX, ubicados en terrenos mucho más grandes que los actuales, usualmente de un cuarto o de media manzana. De norte a sur aparecen:
Residencia de la Condesa de Sena, construido en 1901 por Carlos Rivas. No se conoce el autor del proyecto. Era una casa compacta de planta en H, que respondía a los cánones de las casas semirrurales o quintas con elementos “protopintoresquistas”. En 1929, por remate, fue adquirida por José Firpo y más tarde demolida.
La Villa María (1906), obra del arquitecto Jacques Dunant era vecina de la anterior. Su descripción puede rastrearse en la entrada correspondiente a la desafectación de la Casa de los Caseros de Villa María (“PARTE 16 de la sección Micro y Macro Centro”).
El Chalet de Federico Green, ubicado en la esquina de Colón y Entre Ríos, fue obra de la dupla de arquitectos Walter Basset Smith y Bertie Collcut. El chalet se denominaba “The Cottage” y fue construido en 1912.
El Chalet de Guillermo Udaondo fue construido en 1905 por Adan Gandolfi, uno de los constructores más prolíficos de esta primera etapa de construcción de villas veraniegas. Llegó a Mar del Plata en 1893 para hacerse cargo de las obras de la actual Catedral y realizó muchas de las obras más emblemáticas de Mar del Plata. Otro chalet de planta compacta en los comienzos del pintoresquismo. Se destacan los dinteles y encadenados en ladrillo visto, las ventanas miradores (oriel y bay windows) aportando una impronta inglesa a la obra. La propiedad se remató en 1924.
Villa Bagatelle, fue una obra del arquitecto Alberto Bourdon, construida en 1908, en la esquina de Corrientes y Falucho. El propietario original de la misma fue Jorge Saavedra y más tarde fue adquirida por Alberto del Solar, un militar y escritor chileno, que se radicó en Argentina hacia 1890. Fue el autor de la leyenda del Torreón del Monje, a pedido de Ernesto Tornquist, quien había mandado a construir la Torre Pueyrredon (que luego de sucesivas reformas y ampliaciones se convirtió en el Torreón del Monje).
En esta tercera partición del Plano de la Bahía
Bristol en 1921, que se extiende desde la calle Buenos Aires hasta Las Heras y
desde Falucho a la costa, encontramos los siguientes bienes desaparecidos:
Anexo del Bristol Hotel
Este edificio se construyó en 1899 en la manzana irregular (de menor superficie que las tradicionales, hoy disminuida más aun en superficie y convertida en la Plazoleta de la Provincias) rodeada por las calles Buenos Aires, Belgrano, Rivadavia y el viejo Boulevard Marítimo, hoy Av. Patricio Peralta Ramos. El edificio era de perímetro corrido en sus 4 frentes y presentaba 4 patios centrales a los que daban todas las habitaciones. El edificio, que originalmente tenía 2 plantas y más tarde sumó otros dos niveles, tenía un aspecto exterior italianizante, con ventanas rectangulares esbeltas dispuestas rítmicamente a lo largo de todos sus frentes, enmarcadas por pilastras y molduras. En planta alta (segundo nivel original) algunas de estas ventanas estaban balconeadas. Los techos (a dos aguas), presentaban en la fachada costera, en las esquinas y en posición central, tres estructuras amansardadas, como remates estéticos. Fue uno de los primeros edificios del Bristol Hotel en demolerse luego de su remate.
En la manzana contigua (la famosa Manzana 115, hoy Plaza del Milenio), rodeada por las calles Belgrano, Buenos Aires, Moreno y el Boulevard Marítimo, se encontraban sobre el frente costero, 4 residencias famosas. De izquierda a derecha: Residencia de Arturo Z. Paz, los Chalets de Zuberbühler y el Chalet de Bernabé Carabassa.
La Residencia de Arturo Z. Paz fue construida por Adán Gandolfi en 1896 con frentes sobre el Boulevard y Buenos Aires pero mayor desarrollo sobre calle Belgrano. Era una casa compacta con planta en U, de estilo ecléctico pero con elementos bien distiguibles de estilo italiano con cubiertas francesas. La casa, extraordinariamente modificada, con agregado de plantas y convertida en locales comerciales, fue demolida en 1999, junto a otros edificios, cuando se realizó en forma integral una demolición por explosiones controladas.
Los
chalets de Gregorio y Adolfo Zuberbühler eran
dos casas casi gemelas de estilo inglés, proyectadas por el arquitecto Walter Bassett
Smith. Fueron construidas en 1910. Sus frentes estaban delimitados por
volúmenes que se escalonaban, acompañando el frente diagonal de la manzana. Los
accesos se realizaban a través de porches cubiertos enmarcados con ventanas de
tipo “bay windows” de doble altura. Los frentes eran de ladrillo visto, con
acentuaciones en encadenados y aristas y en planta alta los frentes laterales
salientes y los mojinetes presentaban entramados ornamentales de madera. Uno de
los chalets se convirtió en hotel. Al lado de uno de ellos se construyeron las
oficinas del EMTUR. En 1972 se demolió uno de ellos y en 1981 le tocó el turno
al segundo.
Sobre la esquina de Moreno y el Boulevard Marítimo se levantaba el Chalet de Bernabé Carabassa. Esta residencia de estilo francés, fue construida por Alberto Dini en 1911. Algunos autores adjudican el proyecto de esta obra al arquitecto Carlos Nordmann, el mismo autor de la Torre Pueyrredón (luego Torreón del Monje), la casa de Tornquist y el viejo edificio del Banco Nación. Fue la primera de las 4 residencias en demolerse, en su lugar se construyó un edificio de rentas, que fue también demolido en 1999 (uno de los demolidos por explosión controlada), para dar paso más tarde a la Plaza del Milenio.
La Manzana 115 se convierte en la Plaza del Milenio
La idea de demoler la manzana 115, para abrir las vistas de la Plaza Colón y del Edificio del Casino Central, llevaba varios años en carpeta (había surgido durante la gobernación de Domingo Mercante, quien se había desempeñado en el cargo entre 1946 y 1952). En 1998 la Municipalidad llegó a un acuerdo con la Provincia y recibió los fondos para expropiar toda la manzana. El ingeniero a cargo de la coordinación general de la demolición, José María Conte, se desempeñaba en la Dirección de Vialidad Municipal. Si bien la demolición comenzó de forma tradicional, es decir, a mano y con pera de demolición, en el medio del proceso, decidió la demolición de los edificios más grandes con explosivos.
Esto significaría un ahorro de dinero porque el proceso era rápido y seguro, frente al costo de las horas/hombre para la demolición tradicional. Hasta ese momento, no había habido muchas experiencias de este tipo en Argentina. Con esta decisión entró en juego el Ejército Argentino, ya que en el país los civiles no tienen habilitación para manejar explosivos. Se decidió utilizar “gelamita” que es un barro explosivo que sólo se activa con un detonante. Se eligió el sábado 12 de Junio de 1999 para la detonación. Estaban presentes el gobernador Duhalde, el intendente Elio Aprile, el General Balza y miles de personas del público general. El acto se suspendió porque se sumó una manifestación de trabajadores portuarios y suponía un riesgo para el sistema de seguridad que se había diseñado.
Finalmente, el proceso se realizó en dos partes, la primera en la madrugada del 16 de Junio de 1999, para evitar posibles nuevos retrasos, sin aviso a autoridades ni público, El ingeniero Conte activó el detonador y uno de los edificios terminó en escombros. Sólo estuvieron presentes colaboradores del equipo de Conte, autoridades del Ejército y algunos periodistas para cubrir el evento. La segunda explosión, también de madrugada, se realizó un mes después (15 de julio) y con esto terminó definitivamente de caer el último edificio. El 1° de enero de 2000 se inauguró la nueva Plaza del Milenio.
Recorriendo el Boulevard Marítimo (hoy Av. Patricio Peralta Ramos) desde la Plaza Colón hacia el Torreón
En las 8 cuadras que se recorren desde la Plaza Colón hacia el Torreón del Monje, se asentaron varias de las propiedades más importantes de la denominada Mar del Plata de la Belle Époque, enmarcadas por el Paseo General Paz, la Rambla Bristol y el mar. La primera cuadra entre Arenales y Lamadrid contaba con dos obras icónicas de esta época.
El Chalet o Residencia de Ernesto Tornquist (1907) se ubicaba frente a la Plaza Colón en un predio de media manzana (Arenales entre el Boulevard Marítimo y la Av. Colón) con su fachada principal que daba al Paseo General Paz. El proyecto fue del arquitecto Carlos Nordmann y sus constructores fueron Adán Gandolfi y José Fontana. Era una residencia palaciega de carácter academicista y probablemente una de las más grandes de Mar del Plata. La residencia fue demolida en 1954.
Compartiendo la manzana con la residencia anterior, en 1921 se construyó el Chalet de Carlos Dose (o Dosse), más conocido como Chalet Atlantis o Atlántida. Un gran chalet de tres plantas de estilo anglonormando, obra del arquitecto Gastón Mallet (quién también proyectó Villa Normandy). Lo que caracterizaba esta obra eran sus monumentales cubiertas que ocultaban parcialmente los pisos superiores y culminaban en varios volúmenes individuales, con profusión de lucarnas y chapiteles. El chalet fue transformado en el Hotel Ausonia, pero sufrió un incendio alrededor de 1950 y debió ser demolido.
Hoy, la manzana donde se encontraban estas dos propiedades está formada por una fachada corrida de edificios en sus cuatro frentes (casi todos construidos en la década de 1950). Casualmente el edificio en la esquina de Lamadrid y la Av. Patricio Peralta Ramos se denomina “Villa Atlántida”. Y contiguo a él (por Lamadrid) se encuentra el edificio del actual Hotel Ausonia S.O.I.V.A. Ya con frentes sobre la Av. Colón aparecen los edificios de Colón 1815, el Curumalal, el Falcone, el Anfío y el edificio de Colón 1865. En la esquina de la Av. Colón y Arenales se levantó el edificio SEMAR VI de la constructora de Nicolás Dazeo y a continuación los edificios SEMAR IX, VIII y VII. En la esquina de Arenales y la Av. Patricio Peralta Ramos está el edificio El Dorado y luego por la avenida le siguen el Maral XXI, el Flamingo y el edificio Bagnardi I.
Paseo General Paz
El Paseo General Paz fue un parque costero que se ubicaba sobre la actual Bahía Bristol, donde hoy se encuentra el Complejo Casino-Hotel Provincial. Originalmente era una zona no urbanizada, de amortiguación, intermedia entre el mar y las primeras edificaciones costeras. Su aspecto agreste dominaba todo el frente costero desde la Rambla hasta el actual Torreón del Monje, y estaba conformado por un terreno irregular con pendientes y lomadas, con algunos matorrales y en el que se afincaron algunas casillas de pescadores.
Entre 1896 y 1898, durante la intendencia de Eduardo Peralta Ramos, se crearon dos sociedades de fomento dividiéndose el pueblo en dos zonas, separadas por la Av. Luro: Las dos comisiones de fomento estaban formadas por vecinos influyentes que estaban asentados en sus respectivas zonas. Desde Luro hacia el sur rigió la Comisión Barrio Sur, y hacia el norte la Comisión Barrio Norte. Ambas comisiones de encargaron de presentar proyectos de embellecimiento de la zona costera y brindar los aportes para la concreción de dichas mejoras.
En 1899, Ernesto Tornquist, quien presidía la Comisión Barrio Sur, presentó junto a otros vecinos como Arturo Z. Paz, Pedro Benoit y Martín Biedma, un proyecto de parquización y reformas de la Plaza Colón y la zona aledaña al Comedor del Hotel Bristol. De esta manera plantaron la semilla del futuro Paseo General Paz. Ellos hicieron los contactos para que apareciera la figura del paisajista Carlos Thays, quien se desempeñaba como director de plazas y paseos de la ciudad de Buenos Aires. Estos trabajos se terminaron en 1903 y luego se fueron sumando (siempre diseñados por Thays), las distintas zonas parquizadas que darían el nacimiento del Paseo General Paz. Los trabajos continuarían hasta 1909 con el agregado del Paseo de la Explanada Sur.
Carlos Thays
Carlos Thays (Jules Charles Thays) fue un paisajista, arquitecto, urbanista y naturalista francés (París, 1849 – Buenos Aires, 1934) que llegó al país en 1889, contratado para realizar su primera obra: el Parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba. A pesar de que tenía planeado volver a Francia, desde la ciudad de Buenos Aires le ofrecieron el cargo de Director de Parques y Paseos y luego de un concurso quedó elegido como tal a partir de 1891. Aparte de su trabajo en Buenos Aires donde concretó o remodeló la mayoría de los parques y plazas de la ciudad, hizo trabajos a lo largo y ancho del país, entre ellos actuó en las ciudades de Rosario, Córdoba, Paraná, Tucumán, Mendoza, Salta y Mar del Plata. También construyó parque privados para estancias y residencias. Fue el creador del Jardín Botánico de Buenos Aires e impulsor del Parque Nacional Iguazú. Entre sus obras se pueden citar: los Bosques de Palermo, el Parque 3 de Febrero (ambos en Buenos Aires), el Parque 9 de Julio de San Miguel de Tucumán, el Parque Gral. San Martín de Mendoza, el Parque Independencia de Rosario y el Paseo Gral. Paz de Mar del Plata.
Su actuación en Mar del Plata se situó entre 1903 y 1909. Sus obras públicas incluyeron la Plaza Colón, el Paseo General Paz y el Paseo de la Explanada Sud, desde el Torreón del Monje hasta el Hotel Saint James ( hoy un sector de la Bahía Varese). Entre sus obras privadas, varios jardines de residencias de veraneo de familias aristocráticas y establecimientos rurales o estancias como Chapadmalal, de la familia Martínez de Hoz y El Boquerón de la familia Anchorena.
El Paseo-Parque
El Paseo General Paz se conformó entonces en un predio de unas 10 hectáreas que se extendía desde aproximadamente la calle Rivadavia hasta el Torreón. Este paseo, pensado para la contemplación del mar y actividades de recreación desde su creación sufrió varias modificaciones en sus 35 años de existencia. Durante este tiempo, en sus diferentes diseños, contó con varios jardines, canchas de criquet y tenis, juegos infantiles, kioscos, zonas de descanso, pequeños lagos y pasarelas. Hubo al menos hasta 1913, dos pequeños espejos de agua, uno se ubicaba entre Sarmiento y Las Heras y el otro entre Rivadavia y Moreno. Se incluyeron gran cantidad de fuentes, esculturas, farolas, pabellón de alquiler de bicicletas, una avenida (Tornquist) que atravesaba el paseo como proyección diagonal de la Plaza Colón, puentes y escalinatas. Más tarde hasta sumó un anfiteatro para 700 personas.
La segunda fotografía muestra otro ángulo del kiosco en el lago sur del paseo. Por detrás el Chalet de José León Ocampo (esquina de Sarmiento y el Boulevard Marítimo). Justo detrás del kiosco, se divisa la casa primitiva de Antonio Polledo, aún sin modificaciones (lo que implica que la foto es anterior a 1910), luego siguen las residencias de Enrique Carabassa, Nicolás Mihanovich y Villa Rocha (ya en la esquina con Lamadrid).
A partir de los años ’30 comenzará a aparecer una nueva forma conceptual para el uso de espacios públicos que surgieron a partir de un proceso de modernización del balneario. Este proceso fue llevado a cabo por los conservadores (con Manuel Fresco como gobernador de la provincia y Camusso como intendente) que comenzaron a dar fin a la imagen pintada por la aristocracia. Surgieron así nuevos emprendimientos modernos como la urbanización de Playa Grande y otras obras monumentales. De esta manera se afianzó este proceso de modernización, y hacia 1938, llegó el turno de la Bahía Bristol. Esto determinó el desmantelamiento del Paseo General Paz y la demolición de la Rambla Bristol, para erigir el monumental complejo de los edificios del Casino Central y el Gran Hotel Provincial junto a una nueva rambla.
Muchas de las obras de arte apostadas en el paseo desaparecieron, otras fueron guardadas en dependencias municipales y luego, Adolfo Primavesi, director municipal de Plazas y Paseos reimplantó muchas de ellas en las plazas fundacionales.
En el viaje hacia 1921, no podríamos obviar, ni
aunque quisiéramos, la figura de la omnipresente Rambla Bristol. Indudablemente,
fue el edificio más fotografiado de Mar del Plata en sus casi 30 años de
existencia. La piedra fundamental fue colocada en marzo de 1911 y la obra fue
inaugurada el 19 de enero de 1913. Su demolición comenzó el 21 de febrero de
1940, cuando el edificio del Casino Central ya estaba construido. La descripción
de este bien ya fue expuesta en el hilo “Zona Micro y Macro Centro, Barrio
Centro Parte 16” en el apartado correspondiente al Complejo Casino – Hotel Provincial.
Para terminar con esta primera parte de este viaje
en el tiempo, faltaría describir la cuadra del Boulevard Marítimo entre las
calles Lamadrid y Las Heras. En esta cuadra podemos citar otras 4 residencias.
Enfrentado al Chalet Atlantis y al Paseo Gral. Paz, en la esquina de Lamadrid y
el Boulevard Marítimo se encontraba la Residencia de Juliana M. de Rocha (Villa
Rocha). Luego seguían el Chalet de Nicolás Mihanovich, el Chalet
de Enrique Carabassa y el Chalet de Antonio Polledo.
De las dos primeras obras se desconocen sus proyectistas y constructores. Se presume que ambas fueron construidas a principios del siglo XX. En el solar donde se ubicaba Villa Rocha se construyeron 2 edificios. En 1942 y pegado al chalet Mihanovich se construyó el edificio que primeramente albergó al Hotel Savoy y luego se convirtió en el edificio Residencia Marítima (de la obra social de empleados municipales de la ciudad de Buenos Aires) y más tarde en la esquina con Lamadrid se construyó el edificio Gamec., en 1957.
El Chalet de Nicolás Mihanovich se construyó sobre un núcleo primitivo que se supone fue a su vez construido a fines del siglo XIX. Lo que sí se sabe con fecha precisa es que en 1924, se demolió esa parte antigua y se amplió el chalet. Exteriormente el chalet era simétrico y presentaba recursos arquitectónicos italianos (zócalos moldurados, cornisas, balaustradas), ingleses (2 bay-windows en ambos laterales del acceso central y demarcaciones de encadenados angulares) y franceses (sus cubiertas). Esta propiedad fue la última de esta cuadra en desaparecer. Se convirtió en hotel y hacia 1958 se demolió. En el mismo terreno se construyó el edificio Rambla.
A su izquierda se encontraba el Chalet de Enrique
Carabassa, construido por Adán Gandolfi en 1901. De estilo francés con una
distribución de ambientes más o menos en “L” que abrazaban una torre cilíndrica
que culminaba en chapitel.
Por último sobre Las Heras, pero con frente hacia el Boulevard Marítimo, retirado de la línea municipal, se encontraba el Chalet de Antonio Polledo. El chalet original probablemente construido hacia 1890, era una casa de planta cuadrada de 2 niveles, con techo a 4 aguas. En 1910 José Fontana edificó un pabellón de servicio separado de la casa y paralelo a Las Heras. Un año más tarde, la casa fue sometida a una modificación importante sumando nuevos ambientes (una terraza y un comedor con un gran bow window de forma ovalada, entre otros). Pero la mayor transformación sería en 1917 (otra ampliación): un cambio radical de la fisonomía del chalet, convirtiéndose en un “petit hotel”.
(*) Todas las fotos y planos del blog pertenecen a Oscar Casemayor, salvo las indicadas en pie de foto.
(*) Para ver las fuentes de información y bibliografía consultada para el desarrollo de los distintos posteos, deben dirigirse al primer hilo del blog.
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