Extras
En esta sección se describirán bienes o sitios no patrimoniales, pero que no entran en las categorías anteriormente descriptas, ya que no son casas criollas, ni chalets, ni edificios. Simplemente creemos que algunos elementos o sitios merecen aparecer en este blog por su implicancia historia, simbología o por ser elementos únicos o poco frecuentes.
Monumento a Alfonsina Storni
Ubicado en una barranca que da al Paseo
de Dávila a la altura de la proyección de la calle Córdoba. Se puede acceder a
él, a través de escalinatas, desde la Av. Patricio Peralta Ramos o desde el
Paseo de Dávila. La obra (se inició en 1942) fue esculpida por Luis Perlotti en
un bloque de piedra y muestra la figura de una mujer con su cabello y su
vestido movidos por el viento. En la equina inferior izquierda se encuentra el
rostro de la poetisa. Acompaña al monumento una placa con los versos del poema “Dolor”,
que escribió en 1925.
La obra fue financiada por sus amigos de
la peña del Café Tortoni (entre ellos Benito Quinquela Martín). Se inauguró en
1948 a diez años de su muerte.
Su ubicación original, sobre un pedestal
de mármol, fue en lo alto de la barranca (no como ahora) donde estaba la
Plazoleta Irigaray. Fue colocado de espaldas al mar para que los peatones pudieran
verlo mientras paseaban por el lugar. Años después fue trasladado a su lugar
actual, perdiendo el pedestal.
Foto1: sin información de la fuente. Foto 2: Enviada por José Alberto Lago al blog “Fotos de Familia” del diario La Capital. Foto 3: Enviada por Hugo Melián al blog “Fotos de Familia” del diario La Capital.
Alfonsina Storni había nació en Sala Capriasca, Suiza, en 1892 y a los 4 años se trasladó con sus padres a Argentina. Fue docente y colaboradora del diario La Nación. Su primer libro de versos fue La inquietud del rosal de 1916. Otros poemas fueron: Languidez (1920), Ocre (1924), donde predominan rasgos modernistas. Posteriormente evolucionó hacia la poesía de aproximación a las vanguardias europeas. Otras obras: Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y Trébol (1938).
Alfonsina padecía cáncer y en 1935 sufrió
la extirpación de un seno. En enero de 1938 le había confiado a su hijo
Alejandro que los síntomas habían retornado. Decidió terminar con su vida el 25
de octubre de 1938. Probablemente cerca de la una de la madrugada se lanzó
desde un espigón a unos 500 m del lugar de emplazamiento del monumento: el
balneario del Club Argentino de Mujeres, que se hallaba frente a la Plaza España,
aproximadamente a la altura de la calle Chacabuco.
Plazoleta Capitolina
La
Plazoleta Capitolina es un recorte urbano ubicado entre las calles 11 de Septiembre,
San Luis y la Av. Patricio Peralta Ramos. En ella se encuentra el Monumento a
los Italianos Caídos en Todas las Guerras.
El
monumento fue construido en 1958 por Vicente Albanese y fue donado por la
Asociación de Ex-Combatientes Italianos de la Ciudad de Mar del Plata.
La
obra se compone de un pedestal escalonado de tres niveles, sobre el que se
erigen tres columnas de tipo toscanas, que representan al Mar, al Aire y a la
Tierra, sobre ellas un basamento y éste último coronado por una reproducción de
la Loba Luperta (o Loba Capitolina) alimentando a Rómulo y Remo. Clara alusión
a la leyenda de cómo se fundó la ciudad de Roma. En el basamento de la
escultura, por sobre los capiteles de las columnas, está grabado: “Al caduti
per L’Italia” (a los caídos por Italia).
La
Ordenanza N°984, promulgada el 30 de Septiembre de 1958, impuso el nombre
Plazoleta Capitolina a este lugar.
Punta Iglesia
Desde la instalación del Saladero de Meyrelles, esta zona fue utilizada como puerto y por la actividad pesquera.
En
1905 se erigió un muelle a cargo de la Compañía Argentina de Navegación Ángel
Gardella, que más tarde fue arrendada a un consorcio local llamado “Lloyd
Comercial”. Finalmente fue concesionado a Vicente Lavorante (también encontrado en bibliografía con "b"). Este ingeniero
italiano edificó un balneario y una pileta de grandes dimensiones en el sector.
El
balneario y la pileta Laborante fueron destruidos por un temporal en 1924. Más
tarde se habilitó en Punta Iglesia una pileta de material, a cargo de la
Municipalidad, pero otro temporal en 1950 volvió a destruirla.
Pasaron 16 años de inactividad hasta que un emprendimiento privado (concesionado por la provincia a “Giaccaglia y Von Kotsch”) inauguró 3 piletas: una para niños, otra para saltos ornamentales y una de dimensiones olímpicas). El complejo se llamó Piletas Punta Iglesia.
En 1989, año de hiperinflación, los concesionarios no se presentaron y las piletas dejaron de funcionar. El lugar entró en abandono y en ruinas.
En 1993 el intendente Mario Russak anunció el llenado de las piletas con arena y la habilitación de un espacio público. Pero no duró mucho y el espacio dejó de tener importancia para los distintos gobiernos que se sucedieron. El lugar sólo era frecuentado por pescadores, pero el estado era lamentable.
Finalmente
gracias a la activación que supuso la realización de la Cumbre de la Américas,
se logró recuperar este sector y ahora es muy visitado, tanto por turistas como
por marplatenses.
Obras
de recuperación de espacio público urbano en Punta Iglesia
Con motivo de celebrarse la Cumbre de las Américas del 4 y 5 de noviembre de 2005 la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano del Partido de General Pueyrredón ejecutó un plan de obras de mejoramiento y revitalización del espacio público urbano.
Este plan incluía mejora de veredas y paredones de parque costeros y a lo largo de la Av. Patricio Peralta Ramos, la renovación de los accesos a la ciudad (Acceso Norte y Av. Constitución) y la mejora de luminarias y señalización de la Plaza Colón, el Paseo Las Toscas y Playa Chica, entre varias obras más.
Las obras en el frente costero abarcaron la renovación de la Plaza España, intervención en todo el Paseo Dávila, recuperación del trazado original de la Plaza Colón y nuevo equipamiento, remodelación del Parque San Martín y el emplazamiento del mástil en la Rotonda del Golf.
La
intervención urbana en el sector Punta Iglesia dentro del marco de mejoras y
revitalización del espacio urbano determinó el parquizado y recuperación del
paseo costero que recibió como nombre identificatorio (no oficial) Plazoleta o
Plaza de las Américas y la construcción de un puente (peatonal). Se priorizó el
uso de materiales altamente resistentes al ambiente marino (hormigón con
distintos tratamientos, maderas duras y acero).
Con esta intervención se logró dar continuidad a un paseo verde conformado por las plazoletas de la Diagonal Alberdi, la Plaza San Martín y las Plazoletas de la Diagonal Pueyrredon que ahora quedan conectadas con el paseo costero desde la Rotonda del Golf hasta la entrada al Parque Camet.
El
puente peatonal, por su ubicación y altura ofrece nuevas vistas de la costa
marplatense. La estructura fue realizada en acero y lapacho paraguayo, madera
que fue elegida tanto para su estructura de tirantes como para el tablado que
conforma la pasarela, fijadas a la estructura mediante grampas ocultas. Las
tablas, al igual que los peldaños y el entablado del puente, fueron tratadas
con laca poliuretánica.
Imagen tomada en 2019.
En
la Plazoleta de las Americas, las pérgolas, los decks y los bancos son de
anchico misionero y con el mismo recubrimiento de laca. Se sumaron mástiles con
terminales de pequeños molinetes de viento que originalmente estaban pintados
como las banderas de los países participantes. Luego repintadas en colores
varios.
La
Ordenanza 17461 del año 2006 impuso el nombre Presidente Arturo Umberto Illia
al puente ubicado en el extremo sur del Paseo de Dávila.
(*) Todas las fotos del blog pertenecen a Oscar Casemayor,
salvo las indicadas en pie de foto.
(*) Para ver las fuentes de información y bibliografía consultada para el desarrollo de los distintos posteos, deben dirigirse al primer hilo del blog.
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